Para trabajar la Inteligencia Emocional con el alumnado, he escogido los programas de inteligencia emocional, elaborados por la Diputación de Gipuzkoa con el fin de lograr que el alumnado al acabar su proceso de formación académica, haya adquirido también competencias emocionales que le permitan aumentar su nivel de bienestar personal y convertirse en personas responsables, comprometidas y cooperadoras.
Estos programas son prácticos y orientativos, así como transversales, para el desarrollo de la Inteligencia emocional desde la acción tutorial, y abarcan desde infantil hasta bachiller. No obstante, nosotros nos centraremos en los programas pertenecientes a los 3 Ciclos de la Educación Primaria.
A continuación adjunto los enlaces que llevan a los programas y expongo los aspectos más importantes de los programas:
La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral. Capacitar al alumnado de conocimientos y competencias emocionales que le permitan afrontar la vida tanto personal como profesional con éxito y aumentar su bienestar a nivel de salud y de convivencia. (Bisquerra, 2000).
Según Bisquerra, 2000, los objetivos de la educación emocional son:
• Promover el desarrollo integral del alumno y alumna.
• Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones.
• Identificar las emociones del resto.
• Desarrollar la habilidad para regular las propias emociones.
• Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas.
• Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
• Desarrollar la habilidad de automotivarse.
• Adoptar una actitud positiva ante la vida.
• Mejorar las relaciones interpersonales.
• Desarrollar las habilidades de vida para el bienestar personal y social.
Y los objetivos específicos son los siguientes:
• Desarrollar la capacidad para prevenir y controlar el estrés, la ansiedad y los estados depresivos.
• Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar subjetivo.
• Desarrollar el sentido del humor.
• Desarrollar la capacidad para diferir recompensas inmediatas en favor de otras recompensas mayores pero que se obtienen más a largo plazo.
• Desarrollar la resistencia a la frustración.
En cuanto a los contenidos de la educación emocional son:
• Inteligencia emocional.
• Conocimiento de las propias emociones y las del resto.
• Autoestima.
• Automotivación.
• Empatía.
• Resolución de conflictos.
• Habilidades de vida.
• Habilidades sociales.
• Comprensión y regulación de las emociones.
Así pues, los efectos esperados del seguimiento de estos programas son:
• Aumento de las habilidades sociales y de las relaciones interpersonales satisfactorias.
• Disminución de pensamientos autodestructivos, mejora de la autoestima.
• Disminución del índice de violencia y agresiones.
• Menor conducta antisocial o socialmente desordenada.
• Menor número de expulsiones de clase.
• Mejora del rendimiento académico.
• Disminución en la iniciación al consumo de drogas.
• Mejor adaptación escolar, social y familiar.
• Disminución de la tristeza y la sintomatología depresiva.
• Disminución de la ansiedad y el estrés.
• Disminución de los desórdenes relacionados con la comida.
Y los bloques temáticos que vamos a seguir son:
El marco de la competencia emocional se divide en dos partes:
• Competencias intrapersonales (van dirigidas a la propia persona):
- Conciencia emocional.
- Regulación emocional.
- Autonomía emocional.
• Competencias interpersonales (van dirigidas al resto):
- Habilidades socioemocionales.
- Habilidades de vida y bienestar.
Según esta división, se reparten las actividades y/o dinámicas en cinco bloques temáticos. Aunque cada uno de ellos se presenta de forma separada, deberíamos contemplarlos de forma holística, ya que las competencias están relacionadas entre sí.
Competencias:
1. Conciencia emocional, que nos permite darnos cuenta y ser conscientes de:
• Lo que sentimos.
• Poner nombre a las emociones que sentimos. Vocabulario emocional.
• Identificar y ser conscientes de las emociones de las demás personas.
• Conciencia del propio estado emocional.
• Comprender el significado y las ventajas o desventajas de cada una de las emociones.
2. Regulación emocional, que nos permite responder de manera adecuada a las distintas situaciones emocionalmente intensas (estrés, frustración, cansancio, enfado, debilidad, miedo, inseguridad, alegría, ilusión…).
• Estrategias de regulación emocional: diálogo interno, relajación, reestructuración cognitiva…
• Estrategias para el desarrollo de emociones positivas.
• Regulación de sentimientos e impulsos.
3. Autonomía emocional, que nos permite tener confianza en nosotros/as mismos/as, tener autoestima, pensar positivamente, automotivarnos, tomar decisiones de manera adecuada y responsabilizarnos de forma relajada y tranquila.
• Noción de identidad, conocimiento de uno/a mismo/a (autoconcepto).
• Valoración positiva de las propias capacidades y limitaciones.
4. Habilidades socioemocionales, que consiste en ser capaces de manejar cada una de las distintas y variadas situaciones sociales con el conjunto de emociones positivas y negativas que ello conlleva.
El desarrollo de esta competencia implica:
• Escuchar activa y dinámicamente a las otras personas. Así, les haremos sentirse importantes.
• Dar y recibir críticas de manera constructiva, lo que solemos llamar “recibir la medicina amarga”.
• Comprender al resto y conseguir que nos comprendan.
• Ser asertivo/a en nuestro comportamiento, estando dispuestos a ser sinceros/as y expresar lo que pensamos, sentimos y hacemos ante el resto y a lo que representan.
• Enfrentarnos inteligentemente a cada uno de los conflictos que tenemos en nuestro día a día.
• Mantener buenas relaciones interpersonales con las personas con las que vivimos o trabajamos.
• Trabajar en equipo e implicar a las personas en proyectos y objetivos.
5. Habilidades para la vida y el bienestar personal. El fin último al cual todas las personas aspiramos con cada uno de nuestros actos es conseguir la felicidad (desde la dimensión emocional, hablaríamos de experimentar un bienestar subjetivo). Se trata de ofrecer recursos que ayuden a organizar una vida sana y equilibrada, superando posibles obstáculos que la vida pueda deparar.
• Habilidades de organización (del tiempo, trabajo, tareas cotidianas) y desarrollo personal y social.
• Habilidades en la vida familiar, escolar y social.
• Actitud positiva y real (mediante planes de acción individual) ante la vida.
En conclusión, las competencias emocionales se desarrollan aprendiendo a manejar una serie de habilidades prácticas y específicas, y éstas pueden ser una pieza clave del puzzle que forman la eficacia profesional y el bienestar personal.
A continuación adjunto los cuadros de objetivos y dinámicas por edades:
6-8 años:
8-10 años:
10-12 años:
De esta forma, se dedicará una parte del tiempo de clase a realizar diversas actividades sobre la inteligencia emocional. Y mediante estas actividades, el alumnado aprenderá a conocerse, a valorarse y a relacionarse con el resto para sentirse más feliz, y también para desenvolverse en las situaciones cotidianas de su vida.